Cuartel «El Rey» -Guardia Real-
Fecha: 1940
Cuartel «El Rey, P.º de El Pardo, 43, 28048 Madrid
La Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica, pone en conocimiento del Ministerio Fiscal una serie de hechos, para que tras los trámites oportunos de investigación, se determine su posible relevancia penal.
Se han llevado a cabo varias actuaciones en el Cuartel El Rey, perteneciente a la Guardia Real, sito en el Paseo de El Pardo s/n, 28048 Madrid, consistentes en destrozar piezas de cerámica principalmente, de considerable valor artístico, con el pretexto de retirarlas y sustituirlas por otras dentro de lo que puede ser un equivocado proceso de contextualización histórica.
Las piezas en cuestión son cerámicas del reputado artesano D. Manuel Ramos Rejano, de la afamada cerámica de Triana entre otras, que fueron realizadas en los años 40 del pasado siglo. Las cerámicas han quedado destrozadas en el proceso de retirada.
Se han retirado asimismo las vidrieras con el escudo de la Casa Militar del que fue Jefe del Estado español Francisco Franco, de la famosa casa Maumejan, de las que se desconoce su paradero y estado actual de conversación. La casa Maumejan se remonta a 1860, con origen en la ciudad francesa de Pau, con una excelente manufactura de vidrieras para clientes institucionales como iglesias, oratorios, organismos civiles y militares (Catedral de Bayona, Ayuntamientos de Biarritz y Paris, Palacios Reales, Alfonso XII y varios monarcas europeos, entre otros).
Se da la circunstancia que se pudo haber utilizado otros medios menos agresivos como tapar las cerámicas y las vidrieras, conservándolas, o simplemente dejándolas donde estaban ya que sólo reflejaban una parte de la historia de España desprovista de significación ideológica o partidista, como lo prueba el hecho que ninguna entidad oficial había requerido su retirada, ni mucho menos su destrucción.
Por otra parte, ninguno de estos elementos estaba incluido en ningún catálogo ni listado relativo a la memoria histórica, por el simple hecho que no podía serlo al tener únicamente un valor histórico y artístico.
El coste que supuso la retirada y destrucción de las cerámicas, y posiblemente también de las vidrieras, es incompatible con el principio de prudencia, de eficacia y eficiencia, y del análisis del coste-beneficio que debe primar en toda actuación de las Administraciones Públicas.
Los intereses generales de los ciudadanos no pueden pasar por gastar fondos públicos en actuaciones contrarias al Cuarte histórico-artístico, ni puramente caprichosas sin justificación objetiva alguna. Ni mucho menos causar daños graves al patrimonio público histórico-artístico.
Tanto las cerámicas como las vidrieras, y en gran parte el propio recinto en el que se encontraban, están debidamente protegidas por Patrimonio Nacional, y cualquier actuación sobre ellos debe contar con el informe previo de Patrimonio y en concreto de su Delegado en El Pardo.