La Pirámide de los Italianos, declarada Bien de Interés Cultural por sus “valores arquitectónicos e históricos”

La Junta de Castilla y León culmina la protección del túmulo señalado por la Ley de Memoria Democrática
LA RAZÓN

La conocida como Pirámide de los Italianos, mausoleo inaugurado en 1939 para albergar los restos de los soldados del CTV (Corpo Truppe Volontarie) de Mussolini muertos en la batalla del Puerto del Escudo (Santander), ya es Bien de Interés Cultural (BIC) en categoría de Monumento.

El túmulo funerario, deteriorado por el paso del tiempo y un vandalismo reiterado, queda protegido así por un acuerdo anunciado hoy en el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León.

El proceso comenzó el 21 de febrero de 2023, cuando el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) recogió que se había incoado el procedimiento para la declaración, un paso administrativo que ya blindaba el enclave ante la Ley de Memoria Democrática. El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja (Vox), siempre ha defendido que se trata de un «edificio con valores arquitectónicos e históricos» que «no colisiona» con la normativa porque es «una de las excepciones que recoge».

Finalmente, el expediente recibió cinco alegaciones y solo una contraria a la decisión del Gobierno regional.

De esas alegaciones, tres fueron favorables a la protección, y corresponden al senador Roberto Menia, del partido Hermanos de Italia, compartida con la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces; otra es de un particular y una más por parte del grupo de Ciudadanos en el Valle de Valdebezana. La única alegación contraria fue de un particular que en un par de líneas rechazaba la intención de proteger la pirámide. Y además consta un documento del Ministerio de la Presidencia en el que «que no se opone» a la declaración de BIC, pero con condiciones. Reclamaba que se «aclare la titularidad» del bien, una «condición insoslayable para seguir adelante con el procedimiento», que el propio Santonja tenía “claro que hay que poner por escrito».

El presidente de la Hermandad de la Ribera, Juan Carlos Gutiérrez, exalcalde del Valle y hoy concejal, recibirá a las cuatro de esta tarde al vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, y el director general de Patrimonio, Juan Carlos Prieto Vielba, para hacerles partícipes del “estado de abandono y pillaje” de la pirámide, según señala a LA RAZÓN. Lamenta que la puerta, sellada al comienzo del procedimiento de amparo, “duró cerrada un mes, y la gente se sigue metiendo dentro”. Gutiérrez cree necesario que el recinto sea “vallado” y que tenga “un acceso con seguridad”, dado que “cuenta con muchísimas visitas”. Considera que se trata de un «foco de atracción turística» y asegura que «carece de simbología fascista».

La iniciativa del partido valenciano Compromís para demoler la construcción parecía llegar a su ansiado desenlace cuando, después de un lustro rodando por los pasillos del Senado y con el Gobierno de perfil, en diciembre de 2022 este abriera la puerta al derribo en aplicación de la Ley de Memoria Democrática.

Fue el senador Carles Mulet, designado en representación de las Cortes Valencianas e integrado como miembro de Compromís en el grupo Izquierda Confederal, quien presentó desde 2018 iniciativas parlamentarias para exigir la retirada de la pirámide y de la vecina Columna de Sagardía, al considerarlos símbolos que incumplen la Ley de Memoria Histórica.

El Gobierno respondió en 2018 a una pregunta en el Senado de Mulet que aceptaría una «relectura del monumento como parte del proceso de memoria democrática, despojándolo de su carga simbólica al servicio de un régimen dictatorial y dotándolo de una contextualización verídica».

Fue Franco quien en 1937 ordenó construir el recinto funerario en las cercanías del embalse del Ebro, en terrenos de Burgos y asomado a Cantabria. Se inauguró el 26 de agosto de 1939 en presencia del ministro de Exteriores italiano, el conde Galeazzo Ciano -yerno de Mussolini-. Dentro estaban los nichos con el nombre, graduación, unidad y fecha de defunción.

Se trata de una construcción piramidal de 20 metros de altura, de cemento forrado con placas calizas, proyectada por el arquitecto Attilio Radic y realizada por el capellán militar Pietro di Varzi, que se enmarca en la arquitectura de entreguerras dentro del racionalismo arquitectónico imperante en la época.

Respecto a la titularidad, los terrenos donde se asienta revirtieron a la Hermandad de la Ribera, una sociedad de ganaderos, que recuperó el terreno una vez Italia repatrió la mayoría de los cuerpos, aunque aún hay pequeños restos en el interior, mientras que algunos se enviaron al Sacrario Militare Italiano de la Iglesia de San Antonio de Padua, en Zaragoza.

En cuanto a la protección del Águila de Sagardía, monumento situado en Cilleruelo de Bricia (Burgos) y señalado también por la Ley de Memoria, la Junta estudia también el caso, sobre el que ha recibido “los informes pertinentes”, conforme a los que se tomará la decisión oportuna.

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