¿QUIÉNES SOMOS?
Somos todo lo que quieren evitarLa Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica se crea por la preocupación de gran parte de la sociedad ante la dañina y revanchista Ley de Memoria Histórica creada en el año 2007 por José Luis Rodríguez Zapatero, y que únicamente ha servido para enfrentar y dividir aún más a los españoles.
Creada únicamente con la intención de reconocer y reparar a las víctimas de uno de los dos bandos que se enfrentaron, falsificando la historia y en muchos casos mutilándola.
En respuesta a todas estas mentiras y desprecio a la realidad histórica nace nuestra asociación con un objetivo principal: la verdadera reconciliación entre los españoles, y que, por medio de la verdad histórica, los españoles y sobre todo los jóvenes, puedan llegar a conocer lo que verdaderamente sucedió y puedan sentir orgullo de la pertenencia a un Nación que, con sus luces y sus sombras, debe seguir caminando y apostando por la verdad y la reconciliación.
ORGULLO DE PERTENENCIA
Visión
La Asociación apuesta firmemente por la reconciliación de todos los españoles y en la superación de toda rivalidad ideológica y política en aras de un entorno pacífico de convivencia y de respeto en España. La Memoria Histórica es un arma ideológica para dividir y enfrentar a los españoles; frente a ella se impondrá la Verdad Histórica como un instrumento de Paz y de Convivencia.
Misión
La Asociación hará frente a todo intento de expolio del patrimonio histórico español bajo la apariencia de la Memoria Histórica y para ello no escatimará en recursos humanos, materiales y económicos. Entendemos que la correcta combinación de un equipo multidisciplinar de profesionales contribuye para tal fin, tal y como acreditan los éxitos logrados en los últimos años en que las cosas se han hecho bien.
Valores
El uso de la legalidad establecida como forma de defensa de nuestro patrimonio histórico y de todos los instrumentos legales con el objeto de trasladar el legado de nuestro pasado a las futuras generaciones de españoles. Huimos del histrionismo y de posiciones caducas o exaltadas; somos una Asociación pacífica y solidaria abierta al III Milenio que aprende de los errores del pasado como forma de defender España en el futuro de una manera eficaz y eficiente.
LA ASOCIACIÓN POR LA RECONCILIACIÓN Y LA VERDAD HISTÓRICA surge ante el intento de imposición de una ley totalitaria y antidemocrática que pretende imponer un único relato sectario de la historia que dictará al estilo soviético cual es la “verdad oficial” y prohibirá y castigará cualquier disidencia que sostenga un punto de vista distinto, amenazando con ilegalizaciones, penas de cárcel y multa a cualquier opinión divergente.
La nueva ley de Memoria Democrática pretende incluso la destrucción de una parte esencial del Patrimonio Histórico que es un bien cultural y artístico propiedad de todos los españoles y la prohibición de libros, estudios, asociaciones y fundaciones que difieran de su manipulada “verdad oficial”. No se puede borrar la historia, ni el arte, ni los sentimientos, ni la cultura que no te guste por tu sectarismo ideológico.
La sectaria ley que se pretende imponer es contraria a los valores de la Constitución vigente, ya que discrimina por razón de ideología, atenta contra el pluralismo político, vulnera la libertad de expresión y de cátedra.
Con el falso argumento de la dignidad de las víctimas (solo de una parte de las víctimas) se pretende olvidar que desde los años 50 del siglo pasado existen numerosas leyes de reconciliación y reconocimiento a las víctimas de los dos bandos enfrentados en la guerra civil. Por eso la nueva Ley reabre heridas que ya estaban cerradas y atenta contra la convivencia democrática, ya que no respeta a las numerosas víctimas del bando vencedor en la guerra.
LA ASOCIACIÓN POR LA RECONCILIACIÓN Y LA VERDAD HISTÓRICA es necesaria para que todos nos involucremos y la ley de Memoria Democrática no sea aprobada, debemos de luchar para que no se restrinjan más nuestras libertades, y para conseguir una verdadera reconciliación entre españoles. Por eso debemos exigir a nuestros representantes políticos que no se apruebe la sectaria ley y que se deje de imponer el pensamiento único.
